viernes, 9 de octubre de 2009

Los saberes de mis estudiantes

Buen día a todos:
No cabe duda, que vamos a empezar a entrar en la dimensión dialéctica de la educación, porque si bien es cierto, que nosotros dominamos los contenidos de nuestras asignaturas, también es cierto que nuestros alumnos nos llevan la delantera a muchos de nosotros con el uso de la tecnología, ya que ellos con mucha facilidad suben fotos y videos a la red, bajan música, hacen compras por internet, crean sus propios espacios, etc., cosas que en lo personal no he hecho, pero que voy a aprender de ellos.
Pero no podemos perder de vista que para los alumnos el internet está resultando un distractor, porque los maestros no lo hemos utilizado como un recurso didáctico. Los alumnos cada que van al ciber el 70% de su tiempo se la pasan chateando, en ocasiones hasta con gente que ni conocen, otro 25% lo utilizan para bajar música y videos y el 5% restante, lo utilizan para hacer tareas, con artículos que la mayoría de las veces no leen, si no que lo hacen nada más por cumplir el compromiso.
Desde mi punto de vista, creo que el día que nosotros los podamos encausar al uso de la tecnología con fines didácticos, estaremos saturando la memoria de ellos y la de sus celulares, para que cada vez les vaya quedando menos espacio para los videos de peleas callejeras, pornografía y demás, que son nocivos para su salud mental, bueno, eso es lo que pienso, pero ¿Ustedes que opinan?

PLAN DE CLASE:
Con respecto al plan de clases, les diré que voy a crear un blog, en donde voy a subir los contenidos de mi asignatura (bloque por bloque), y voy a pedirles a los alumnos que realicen las lecturas, y que envíen comentarios, para esto voy a necesitar del apoyo de los alumnos que tienen más desarrolladas sus competencias en informática, para que asesoren a los demás alumnos, y podamos homogenizar al grupo.

Reciban un fraternal saludo.

Mi confrontación con la docencia

Buenos días a todos. Nuevamente enviando un fraternal saludo desde este bello rincón de Chiapas.
Me llamo Rigoberto López Mazariegos, soy Químico Farmacobiólogo, y posteriormente estudié la Maestría en Educación Superior.
Me inicié como maestro en 1995 recién egresado de la facultad de Química por necesidad, y con el afán de ser honesto, tengo que decir, que pensé ser todo, menos maestro . Creo que me costó mucho encontrar mi identidad como docente, pero hoy si lo digo con plena seguridad, estoy orgulloso de ser profesor, porque me siento parte de la vida de mis alumnos, y como doy clases en el pueblo donde crecí, estoy satisfecho del trabajo que he realizado, porque hay muchos jóvenes que fueron mis alumnos y hoy son profesionistas, y los que no lo son, con que sean hombres y mujeres de bien, es suficiente.
Ha sido para mí muy gratificante el hecho de saber que soy parte de la construcción del proyecto de vida que significa cada uno de mis alumnos. También el que los alumnos me tomen como un ejemplo a seguir, porque debemos de estar conscientes que somos maestros dentro y fuera de la escuela, porque en comunidades tan pequeñas como esta, los ojos de toda la gente están puestos en nosotros, así de fuerte es el compromiso que tenemos con nuestra sociedad.
Si bien es cierto, que esta labor no es bien remunerada, también lo es, el hecho de que está llena de satisfacciones. Cuando un alumno llega a decirme que ya se recibió, es una emoción indescriptible, podría citar algunos ejemplos, pero no terminaría hoy.
Lo digo con toda franqueza, me encanta mi trabajo, pero hay una sola cosa que me deja insatisfacciones, preguntas y angustias. La Evaluación.
Espero no haberlos aburrido. Cuídense mucho. Que estén bien

La aventura de ser maestro

Hola a todos.
Nuevamente les envío un fraternal saludo desde Santo Domingo, Chiapas.
Esta lectura de “La aventura de ser maestro” me hizo reflexionar, y recordar muchas cosas (aciertos y desaciertos) de estos 15 años como docente de nivel medio superior.
Creo que lo que más me costó, fue el hecho de sentirme maestro. Recuerdo como si hoy, el primer día del maestro en el pueblo, aquí acostumbran salir a cantarlos muchachos a todos los maestros del pueblo el día 14 de mayo en la noche, y yo ese día amanecí en la calle, con tal de que no me fueran a cantar, y el día 16 que me presenté a trabajar, me reclamaron mis alumnos y les contesté que si me querían cantar, lo hicieran el 1 de diciembre, que es el día del Químico (una grosería de mi parte).
Al principio como muchos, imité a un maestro con el que me sentí identificado, luego copié la estrategia de alguien más, y así sucesivamente, hasta que empecé a llevar cursos de Didáctica, Metodología de la Educación, etc. Hasta que como decimos vulgarmente “me cayó el veinte” de que era docente, y que me tenía que desenvolver como tal, fue así, como me empecé a formar un estilo propio.
Fue así como le fui tomando amor, a la labor que hoy desempeño, pero creo que lo que más me conmovió y me hizo reflexionar, sobre la importancia de nuestro trabajo, fue cuando empezaron a llegar nuestros ex alumnos, pero ahora como profesionistas a darnos las gracias, y a decirnos que los consejos que les dimos, marcaron significativamente el rumbo de sus vidas. Eso si me sacudió, y desde ese día a la fecha, lo digo con toda honestidad. Estoy orgulloso de ser maestro.